Por: Rosa María Ramírez Reyes. [Ir a Portada] Puerto Padre, Las Tunas, 16 abr (RL). Ante mis ojos, su figura se engrandece no solo por la estatura, sino por su hacer de tantos años. Descendiente de ingleses, José Linsay Power, es fundador de las milicias en Puerto Padre, de ello muestra el mayor de los orgullos, pues así se incorporó a la defensa permanente de la patria. Primero dirigió el Batallón 2296, luego la zona de defensa número 2, en esta ciudad. Aquellos días de abril le vienen a la memoria, aún permanece intacto el recuerdo de su integración a las milicias, de cómo llegó al Fuerte de la Loma, punto de concentración para hombres y mujeres dispuestos a defender el suelo patrio, agredido por Playa Girón. José Linsay Power, habla con satisfacción de su pasado y su presente, del futuro que aún le queda por construir. Este hombre sencillo y de un extraordinario corazón, prestó colaboración como constructor, su oficio de siempre, en la República de Tanzania, y en su haber sobresalen obras cuyas manos edificaron, el estadio Hermanos Ameijeiras, el puente de 60 metros de la represa, en Delicias, los edificios multifamiliares, viviendas. Siente orgullo de sí y de su entrega sin límites a la patria, ostenta más de 10 condecoraciones y es miembro activo de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. José Linsay Power, es imprescindible todavía, mucho le falta por dar a la nueva generación, en la que confía plenamente.
José Linsay Powwer, imprescindible todavía.
Publicado por Lic. Carlos Velázquez Hernández en 7:48 p. m.Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, 15 abr (RL). Parte del encanto del centro histórico, y de las avenidas Libertad y Máximo Gómez, regresa a la vida nocturna de la ciudad puertopadrense. Con el cambio de redes eléctricas y luminarias a cargo de trabajadores del Centro municipal de Electricidad, se restaura el alumbrado público este año en varias zonas del territorio. Especialistas de la entidad aprecian avances en la faena, bastante compleja por el acentuado deterioro. En Vázquez deben culminar las tareas entre abril y mayo. Antes recibieron el progreso los principales parques de la Villa Azul, como el José Martí e Independencia, donde las farolas se mantuvieron apagadas durante largo tiempo de período especial. Las nuevas lámparas de iluminación amarillenta, ubicadas ahora en parques y avenidas, son de más calidad, fluorescencia y durabilidad. El mejoramiento del alumbrado público es una respuesta a los planteamientos en procesos de rendición de cuenta del delegado del Poder Popular a sus electores, que llegó a ser una de las principales preocupaciones. Los años de período especial limitaron la asignación de recursos para detener el deterioro generalizado, porque otras fueron las prioridades de dirigentes y trabajadores del sector. No se podía tener sin electricidad las áreas de producción de alimento, la vivienda, una bodega o policlínica. Para el 2008 existe el proyecto de sustituir más de 3 mil seiscientas lámparas, que será responsabilidad del colectivo de la entidad de servicio eléctrico, en Puerto Padre.
Por Carlos Velázquez
Volver a su pueblo natal siempre resulta un hecho agradable para todo el que ama el terruño donde nació, dio sus primeros pasos o peinó las primeras canas.
Sin embargo hace unos pocos años que todo el que nos visita aprecia las transformaciones que la Ciudad y sus pequeños poblados aledaños van adquiriendo, hoy resulta de beneplácito para los puertopadrenses ver palpable esas transformaciones, solo el que entra por la carretera de las Tunas queda sosprendido con la hermosa rotonda que como invitándonos a ver el mar está en la entrada de la ciudad, más adelante lo que otrora fuera un solar yermo hoyse erigió la plaza cultural Emiliano Salvador, en homenaje a este gran músico portopadrense autor del yazz latino en Cuba.
Muy cerca se encuentra con un magestuoso edificio donde cámara y micrófono en mano se construyó el canal de televisión haciendo honor al azúl de nuestras playas por lo que se llama Canal Azúl.
Otras edificaciones como el local de la UNEAC, las unidades gastronómicas y comerciales remodeladas, el combinado de servicios en Vázquez y el seminternado de Maniabón hacen que hoy nos sintamos orgullosos de las transformaciones del territorio, por eso no falta nunca la invitación para el que nos desee visitar y apreciar lo que hacemos cada día para mejorar el Municipio.
Carta al VII Congreso de la UNEAC
Fidel Castro Ruz • La Habana
Queridos Miguel Barnet y demás miembros de la UNEAC:
No puedo estar con ustedes en los debates. Conozco las preocupaciones de algunos de los miembros de la organización –sobre todo las tuyas, Miguel- debido a la costumbre tradicional de mi presencia en los congresos de nuestros escritores y artistas.
Deseo no obstante, como un modesto aporte a la reunión, expresar algunas inquietudes que me vienen a la mente, habituada a plantearse complicadas interrogantes, aunque no siempre con la calma y el tiempo de que ahora forzosamente dispongo. Seré breve, sintético y limitado a muy pocas observaciones.
El ser humano moderno no es menos egoísta que el griego de la época de Platón. Por el contrario, el de hoy está sometido a un diluvio de publicidad, imágenes e influencias a las que jamás lo había sido.
En el socialismo no se puede excluir la fórmula de que cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo. ¿De dónde saldrán los recursos de la sociedad para ofrecer los servicios esenciales de la vida a todos, puedan o no trabajar, produzcan o no bienes o servicios económicos?
El aporte a la sociedad no puede escapar de una parte proporcional, y nunca igual, de lo que sea capaz de crear. El impuesto es irrenunciable y no puede ser simplemente una proporción. Hay un momento, por su alcance, en que puede llegar a ser casi la totalidad de lo creado.
El impuesto directo ha liquidado a gobiernos de izquierda en los países nórdicos y otros europeos. No hay nada más antipático. La captación del excedente en valor de los servicios exportados, aparte de aquellos que se ofrecen gratuitamente en la esfera internacional por decenas de miles de compatriotas, no sólo es justo, si no más comprensible que el cobro directo de una creciente proporción del ingreso personal como un puñal en el pecho exigiendo la bolsa o la vida.
Los estímulos que se instrumentan no sólo en divisas para comprar en el mercado, sino también a través de numerosas formas de contenido social, humano y familiar altamente eficaces, no incitan el individualismo y el egoísmo que conducen a la negación, con los más diversos disfraces, de la sociedad que pretendemos crear.
Escuché los discursos pronunciados hoy por la mañana, varios de ellos excelentes por su expresión y contenido. Mientras elaboraba y pasaba en limpio este mensaje los escuché todos. Tus palabras, Miguel, constituyeron una sincera estocada a los corruptos, que, en beneficio personal, se embolsillan una tajada de ese excedente. Hay que golpearlos “con furia de mano esclava sobre su oprobio”, como al tirano. Tomo las palabras de uno de los Versos Sencillos de Martí.
Me pregunto ¿pueden los métodos con que se administra una bodega crear la conciencia requerida para alcanzar un mundo mejor?
No tendría sentido hablar de conciencia revolucionaria si no existiera el capitalismo desarrollado y globalizado, ya previsto hace casi cien años.
La conciencia del ser humano no crea las condiciones objetivas. Es al revés. Sólo entonces puede hablarse de revolución.
Las palabras bellas, necesarias como portadoras de ideas, no bastan; hacen falta meditaciones profundas.
Hace dos días, en un artículo de prensa extranjera, se habló de treinta inventos geniales que transformaron el mundo: disco compacto, GPS y DVD, teléfono celular, fax, Internet, microonda, Facebook, cámara digital, correo electrónico, etcétera, etcétera, etcétera.
La cantidad de dólares que implica –y en parte implicó ya- la venta de cada uno de los productos acumula en manos de las transnacionales tantos ceros, que es ininteligible. Peor todavía: cada uno de ellos será sustituido por otro invento más efectivo y ya no puede siquiera garantizarse el secreto de lo que habla una pareja en el banco de un parque.
¿Tiene algún sentido ese tipo de existencia que promete el imperialismo? ¿Quiénes rigen la vida de las personas? ¿Puede incluso garantizarse la salud mental y física con los efectos no conocidos todavía de tantas ondas electrónicas para las cuales no evolucionó ni el cuerpo ni la mente humana?
Un congreso de la UNEAC no puede dejar de abordar estos espinosos temas. Muchos dirán: es fatalismo. Respondo. No, fatalismo es dejar de plantear el problema. Ni siquiera los molestaría a ustedes con estas líneas.
El clima está cambiando como consecuencia de la acción irresponsable del hombre. El equilibrio se ha roto. Cómo restablecerlo es el gran problema por resolver.
Les he mencionado sólo una parte de las preguntas que, observando las realidades del mundo, pasan por mi mente.
Disfruto mucho cuando veo los avances de nuestro pueblo en diversos campos, que otras sociedades libres de crueles bloqueos y mortales amenazas no han podido alcanzar, incluso en materia de lucha por la preservación del medio ambiente.
Eso provoca el odio de nuestros adversarios. He visto artículos de renombrados órganos de prensa capitalista que nos atacan en jauría. Hablan de nuestro país cual si fuésemos indigentes y partiéramos de cero, y no un pueblo con los niveles de educación mínima no alcanzados por los más desarrollados, un índice de salud excelente y seguridad social tal vez demasiado alta, como pensé cuando un delegado del congreso habló con justeza de quienes maltratan groseramente determinados bienes sociales y llamaba a luchar contra hábitos que nuestra sociedad repudia.
El adversario comete errores serios y muestra torpeza inconcebible en su batalla contra la verdad objetiva. Hace muy poco empresas yanquis contratadas para la prestación de servicios, por órdenes del gobierno yanqui privaron a cientos de miles de ciudadanos suecos del acceso al sitio Rebelión de Internet, que pública noticias sobre Cuba. Simplemente les cortan arbitrariamente ese acceso. Son incapaces de comprender que el interés por Rebelión se multiplica y la batalla de ideas entre Cuba y el imperio se intensifica.
Perdonen, queridos compañeros, si me extendí.
Observo al imperio y sus siniestros planes.
Partiendo de nuestros esfuerzos sanos, patrióticos e internacionalistas en las tareas manuales e intelectuales que realizamos cada día, me atrevería a expresar: todo lo que fortalezca éticamente a la revolución es bueno, todo lo que la debilite es malo.
Un fuerte abrazo a todos.Fidel Castro Ruz1 de abril de 20086 y 44 p.m.
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