Cuando conocí la historia de este pequeño gigante, me quedé impresionado por su capacidad intelectual y además por sus condiciones de buen estudiante representando a Cuba en Olímpiadas Internacionales. Asi de grande es nuestra Revolución, quien podrtía pensar que en el humilde barrio de La Morena viviera Gerardo Manuel Ojeda.
A mi colega Raúl Martes, gracias por acercarme a este talentoso joven portopadrense.
Por: Raúl Martes González. Gerardo Manuel Ojeda Carralero ha inscrito, con saber, título de oro en la historia de su Isla antillana. Resulta Campeón en la XIII Olimpiada Iberoamericana de Química 2008, que Costa Rica acogió para jóvenes talentosos de habla hispana.
La realidad de hoy, primero fue sueño acumulado en el estudiante puertopadrense, en su peregrinar por otras competencias de conocimientos. Entonces son escenarios principales: las Olimpiadas Internacional de Hungría, Iberoamericana de Río de Janeiro, Brasil; y Nacional, de España. En ellas hizo triunfos de medalla de plata.
Su interés por la química despierta en secundaria básica. No limita el saber a lo aprendido en clases, siempre buscaba algo más, ya en décimo curioseaba en contenidos que eran para alumno de grados superiores.
A diferencia de otras historias estudiantiles, Gerardo acierta camino propio entre amigos de aula y emulaciones, como Mailé Boza y Paul Riemer, que es reflejo de la influencia de grupo en la formación individual.
Al lado prefiere juntar nombres de profesores: Marta Teruel, Pedro Chapman, Adrián Risco, y Orestes Landrobe, su actual entrenador, quienes le ayudaron a encontrar luz del saber, también, en Historia, Matemáticas y Ciencias Naturales.
La ciencia tiene rumbos que incitan a seguirlos; me gustaría lograrlo y explicarme las esencias de los fenómenos; me gustaría construir cosas que puedan ser útiles al ser humano.
Las ideas llegan a ser sucesos, cuando quien preconiza el pensamiento lleva en sí el interés necesario y sabe moldearlo con sacrificio.
En Gerardo es posible, y un día, quizás, alguien escriba sobre la historia de un científico que nació en una comunidad rural llamada La Morena, a unos 3 kilómetros, de la ciudad de Puerto Padre.
