Por: Rosa Maria Ramírez Reyes .
Es el hospital Guillermo Domínguez López, de Puerto Padre, un día cualquiera; el escenario específico: salones de parto; protagonistas: profesionales hacendosos, gestantes y familias; los hechos: un equipo especializado aguarda por ese vital primer llanto de una criatura, cuando se produce todos sonríen y entonces hay revelación de goce pleno porque vino a este mundo un nuevo puertopadrense o chaparrero.
Historias que son muy comunes se experimentan a diario entre neonatólogos, ginecoobstetras, enfermeros y demás personal encargado del alumbramiento en la institución villazulina, mas, ese instante siempre es singular por las atenciones que demanda cada caso.
En el presente calendario estos especialistas le dieron la bienvenida a cerca de 500 infantes, de los cuales solo se lamenta el deceso de uno solo, evidenciándose que en el empeño es además decisivo el control y seguimiento a las gestantes y menores en sus zonas de residencia por intermedio de los médicos y enfermeros de la familia.
Asimismo cuenta la labor de profesionales del Centro de Genética Médica, fundado en 2006, quienes alertan de manera temprana anomalías que pueden poner en peligro la vida de los pequeñines en formación.
La tasa de mortalidad infantil en menores de un año hoy en 2,08 es una de las más bajas de la provincia y se mantiene inferior a la de similar etapa del 2009, (4,2). Números que cuando se comparan con los de naciones desarrolladas se subraya la voluntad política y gubernamental en Cuba de avanzar cada vez más en calidad de la salud pública, a pesar del férreo bloqueo económico y comercial.
En cuanto a la natalidad refieren las estadísticas 25 nacimientos menos que en el calendario pasado.
La llegada se produce en el hospital Guillermo Domínguez López, pero, en el pediátrico Raymundo Castro Morales se desafían enfermedades y devuelve la alegría, también en las tres policlínicas de las áreas de salud donde especialistas interconsultan para acercar los servicios a madres y recién nacidos. Es pretensión de todas y todos los que intervienen en el programa materno infantil, en Puerto Padre concluir el año con una tasa menor a 2 por cada mil nacidos vivos para lo cual chequean de manera permanente a las gestantes, con más énfasis a las de riesgos por hipertensión arterial, causa principal de los 15 bajos de peso de enero a hoy, y otras afecciones.