Alturas de Cañada Honda, Las Tunas, Cuba 10 de septiembre de 2010
“Año 52 de la Revolución”
Colegas que ejercen con decoro y valentía nuestra querida profesión (la de informar) desde y hacia todos los puntos cardinales del Universo…
Periodistas, fotorreporteros, camarógrafos, redactores, sonidistas, editores, titulistas, directores y realizadores de programas en radio, cine, televisión; webmaster y demás trabajadores de medios digitales y agencias; hermanos todos, hasta del más pequeño, lejano o intrincado medio alternativo apegado a la Verdad:
Dentro de unas horas (este domingo 12 de septiembre) se cumplirán 12 años desde que la soberbia brutal inherente al Imperio norteamericano detuvo, apresó, aisló y confinó de manera injusta, cruel e injustificada, a Cinco cubanos.
La carencia total de pruebas que justifiquen el pérfido comportamiento de las autoridades y de la justicia norteamericanas no solo marcó aquel instante, sino también las absurdas condenas impuestas luego, como resultado de un proceso totalmente politizado y manipulado a la medida de la extrema derecha cubano-americana radicada en Miami, cuyos colmillos acumulan ya medio siglo pidiendo y destilando sangre contra Cuba.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González no hicieron otra cosa en territorio de Estados Unidos que observar la situación, descubrir el peligro y alertar a su patria (Cuba) frente al terrorismo organizado y financiado por los enemigos de la Revolución Cubana.
No existe ni la más leve evidencia real, probatoria de que la noble actividad que realizaban los Cinco allí afectara en lo más mínimo la seguridad nacional de ese poderoso país o creara amenaza alguna para el pueblo norteamericano. Todo lo contrario: a riesgo de sus propias vidas, ellos contribuían, de hecho, a proteger también a los Estados Unidos contra el flagelo del terrorismo.
¿Hay o no altruismo y valores profundamente humanos en una actitud así?
Muy poco, o nada –sin embargo- le ha dicho la gran prensa al pueblo de Estados Unidos a lo largo de estos 12 duros años de indebido e inhumano encierro.
Millones de voces se levantan en todo el mundo para exigir el derecho total de los Cinco a ser liberados y retornar a su tierra.
Y aun cuando ese clamor remonta los más altos estrados geográficos y sociales del Planeta, la prensa reaccionaria sigue apegada al silencio, la censura, la indiferencia o la tergiversación burda de los hechos, en absurda e irracional postura frente a un caso como este, que por su alcance conmueve al mundo y estremece las bases del verdadero periodismo.
Nada de ello nos sorprende. En correspondencia con la apreciación de René González en su mensaje al pueblo de Cuba (junio de 2009) los periodistas cubanos nos hemos habituado a “esperar del agresor siempre lo peor”.
En cambio, de ustedes, colegas honrados y dignos, residentes en todas las latitudes, sabemos que podemos esperar siempre lo que a la prensa seria y valiente corresponde: decir la verdad, multiplicarla, hacerla llegar a esos millones de ojos y oídos que se tornan cada vez más decisivos para que prime la justicia y sean liberados nuestros Cinco hermanos.
El pasado 3 de agosto, luego de ser sacado de El Hueco (celda de extremo castigo), donde había sido llevado de forma arbitraria y cruel, Gerardo Hernández Nordelo escribió con proverbial modestia y genialidad para quienes desde el mundo entero elevaron voces a su favor en todos los idiomas: “…ustedes fueron mi oxígeno”.
Hoy, 10 de septiembre, desde las Alturas de Cañada Honda, en el oriente cubano, nosotros, los periodistas tuneros, junto a una representación de colegas invitados del municipio de Calixto García, Holguín y la Delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Las Tunas.
En nombre de todos los colegas del Archipiélago, reiteramos el llamamiento hecho por la Unión de Periodistas de Cuba a favor de la Libertad de esos Cinco luchadores antiterroristas que permanecen prisioneros contra toda lógica y razón en cárceles de Estados Unidos.
Y es que ustedes, hermanos dignos de profesión en el mundo entero, han sido también, son y serán cada vez más, junto a nosotros, el oxígeno que necesita la verdad para que el mundo no ande a ciegas frente a este bochornoso caso, para que el mundo no ande a sordas, para que el mundo alce su voz, para que el mundo vea retornar por fin a Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.
Muchas e infinitas Gracias -desde ahora y desde aquí- por todo lo que juntos podemos seguir haciendo a partir de este instante.
Fraternalmente:
Periodistas de Las Tunas y de toda Cuba.
“Año 52 de la Revolución”
Colegas que ejercen con decoro y valentía nuestra querida profesión (la de informar) desde y hacia todos los puntos cardinales del Universo…
Periodistas, fotorreporteros, camarógrafos, redactores, sonidistas, editores, titulistas, directores y realizadores de programas en radio, cine, televisión; webmaster y demás trabajadores de medios digitales y agencias; hermanos todos, hasta del más pequeño, lejano o intrincado medio alternativo apegado a la Verdad:
Dentro de unas horas (este domingo 12 de septiembre) se cumplirán 12 años desde que la soberbia brutal inherente al Imperio norteamericano detuvo, apresó, aisló y confinó de manera injusta, cruel e injustificada, a Cinco cubanos.
La carencia total de pruebas que justifiquen el pérfido comportamiento de las autoridades y de la justicia norteamericanas no solo marcó aquel instante, sino también las absurdas condenas impuestas luego, como resultado de un proceso totalmente politizado y manipulado a la medida de la extrema derecha cubano-americana radicada en Miami, cuyos colmillos acumulan ya medio siglo pidiendo y destilando sangre contra Cuba.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González no hicieron otra cosa en territorio de Estados Unidos que observar la situación, descubrir el peligro y alertar a su patria (Cuba) frente al terrorismo organizado y financiado por los enemigos de la Revolución Cubana.
No existe ni la más leve evidencia real, probatoria de que la noble actividad que realizaban los Cinco allí afectara en lo más mínimo la seguridad nacional de ese poderoso país o creara amenaza alguna para el pueblo norteamericano. Todo lo contrario: a riesgo de sus propias vidas, ellos contribuían, de hecho, a proteger también a los Estados Unidos contra el flagelo del terrorismo.
¿Hay o no altruismo y valores profundamente humanos en una actitud así?
Muy poco, o nada –sin embargo- le ha dicho la gran prensa al pueblo de Estados Unidos a lo largo de estos 12 duros años de indebido e inhumano encierro.
Millones de voces se levantan en todo el mundo para exigir el derecho total de los Cinco a ser liberados y retornar a su tierra.
Y aun cuando ese clamor remonta los más altos estrados geográficos y sociales del Planeta, la prensa reaccionaria sigue apegada al silencio, la censura, la indiferencia o la tergiversación burda de los hechos, en absurda e irracional postura frente a un caso como este, que por su alcance conmueve al mundo y estremece las bases del verdadero periodismo.
Nada de ello nos sorprende. En correspondencia con la apreciación de René González en su mensaje al pueblo de Cuba (junio de 2009) los periodistas cubanos nos hemos habituado a “esperar del agresor siempre lo peor”.
En cambio, de ustedes, colegas honrados y dignos, residentes en todas las latitudes, sabemos que podemos esperar siempre lo que a la prensa seria y valiente corresponde: decir la verdad, multiplicarla, hacerla llegar a esos millones de ojos y oídos que se tornan cada vez más decisivos para que prime la justicia y sean liberados nuestros Cinco hermanos.
El pasado 3 de agosto, luego de ser sacado de El Hueco (celda de extremo castigo), donde había sido llevado de forma arbitraria y cruel, Gerardo Hernández Nordelo escribió con proverbial modestia y genialidad para quienes desde el mundo entero elevaron voces a su favor en todos los idiomas: “…ustedes fueron mi oxígeno”.
Hoy, 10 de septiembre, desde las Alturas de Cañada Honda, en el oriente cubano, nosotros, los periodistas tuneros, junto a una representación de colegas invitados del municipio de Calixto García, Holguín y la Delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Las Tunas.
En nombre de todos los colegas del Archipiélago, reiteramos el llamamiento hecho por la Unión de Periodistas de Cuba a favor de la Libertad de esos Cinco luchadores antiterroristas que permanecen prisioneros contra toda lógica y razón en cárceles de Estados Unidos.
Y es que ustedes, hermanos dignos de profesión en el mundo entero, han sido también, son y serán cada vez más, junto a nosotros, el oxígeno que necesita la verdad para que el mundo no ande a ciegas frente a este bochornoso caso, para que el mundo no ande a sordas, para que el mundo alce su voz, para que el mundo vea retornar por fin a Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.
Muchas e infinitas Gracias -desde ahora y desde aquí- por todo lo que juntos podemos seguir haciendo a partir de este instante.
Fraternalmente:
Periodistas de Las Tunas y de toda Cuba.