Por: Rosa María Ramírez Reyes.
Octubre se erigió para el homenaje al Guerrillero heroico; coincidencias históricas marcan la evocación, aunque esta es perenne porque el médico-combatiente es paradigma en cada obrar de mujeres y hombres, niñas y niños. El 18 de octubre se rinde tributo al Comandante de Nuestra América porque en esta fecha fueron inhumados sus restos en la Santa Clara que le adoptó como hijo para la eternidad; allí en la plaza de esa ciudad cubana Che Guevara apunta desde entonces al futuro del continente junto a otros combatientes de la guerrilla boliviana. De todas partes del país acudieron seguidores del legendario guerrillero ese día, para recibirle y venerarle al lado de Fidel y Raúl; el hecho mismo convocó a la multitud y al silencio en la enorme explanada. Hoy se evoca la efeméride en escuelas de la localidad y muchos de los que aquel 18 de octubre emprendieron viaje a Santa Clara para participar de la gran masa que acompañaría al Comandante de nuestra América, recuerdan cada instante de la solemne ceremonia y revelan aún la sensación de sentir la presencia de Guevara. Tras una larga búsqueda de expertos volvía a tierra cubana el Héroe, ahora con su destacamento de refuerzo.
