La Federación de Mujeres Cubanas
llega este 23 de agosto a su aniversario 54 haciendo y escribiendo una
página de heroísmo en cada tarea que la Revolución ha puesto en manos
de cada una de las integrantes de esta organización femenina.
Las puertopadrenses de hoy, quienes
nunca abandonan la batalla, por férrea que parezca. Sienten, aman,
construyen, fundan, edifican, viven sus alegrías y padecen, también, los
avatares de la existencia diaria, pero siempre sin detenerse y
ofreciéndote ese hálito imprescindible para seguir.Andan por todos los lugares de Puerto Padre: en el surco repleto de fango o en la aséptica sala de cualquier laboratorio o en un aula universitaria o técnica. Escriben cotidianamente páginas de la vida, las más de las veces no contadas; como clandestinas, ocultas en los espacios menos imaginados. Pero todas son muy visibles con esa hermosura luminosa emanada de sus corazones y sus principios.
Cuanto trabajo, desvelo, sacrificio, amor, reconocidos merecidamente o muchas veces callado, sin ser proclamado a los cuatro vientos, porque los tiempos eran más de hacer que de ostentar. Cuanta obra en pie, erguida, real, que ha posibilitado a la mujer un papel protagónico y activo en la lucha por una vida plena y contra las discriminaciones, rezagos y prejuicios, a veces tan difíciles de vencer como la mala hierba.
Cuando la joven combatiente Vilma Espín fundó la organización el 23 de agosto de 1960, un mundo nuevo, tangible e intangible al mismo tiempo, nacía para todas las mujeres de la Isla y en primera instancia para las entonces más pobres y olvidadas. Ese mundo creció y se desarrolló sin que alguien sensato pueda ponerlo en tela de juicio.
Hoy la FMC en Puerto Padre, en franco proceso de renovación está en todas partes, con el don de de insertarse en cualquier espacio y, desde la sonrisa de cada una de sus afiliadas, no importa ahora su nombre, envía un mensaje de confianza en el porvenir.
El 23 de agosto es motivo suficiente para ofrecerles flores, crónicas o poemas y para pensar con emoción en la historia cubana. Nadie lo dude: ¡este pueblo está lleno de mujeres como Vilma, Yeyé, Celia, Melba y Mariana y se puede asegurar cuando de mujeres se trata.