Los que empaquetaron su ropa, allá en Miami, cuando conocieron la noticia de que el Comandante estaba enfermo, ya es hora que la vuelvan a poner en el armario, porque su comparecencia en la televisión en una Mesa Redonda especial, demostró su perfecto estado intelectual y sus energías. En su impotencia ridícula, la gusanera llegó a decir que las reflexiones escritas por Castro, habían sido creadas con auxilio, y los más extremistas hablaron de que alguien las redactaba por él. Ahora no me imagino, que otra cosa puedan inventar, porque no creo que la gente que vio su risa picaresca y los ojos chispeantes, mientras bromeaba con lo de escalar el Himalaya, piense que los cubanos creamos un holograma. Estoy haciendo lo que debo hacer, repitió en varias ocasiones, y no hay secreto, dijo refiriéndose a su estado actual. Más de 30 minutos estuvo conversando con Randy Alonso, el conductor de la Mesa Redonda, y más que una conversación, fue una clase magistral de Historia y Economía de la República vietnamita. Ahora, no solo los cubanos y el resto del mundo podremos disfrutar de su capacidad analítica y su profunda visión profética a través de sus reflexiones escritas, sino que también estará a la vista de todos, en espacios como este, en que de una manera informal, nos haga reflexionar acerca de los problemas que afectan a la humanidad. Al final del encuentro, nuestro Comandante, ofreció disculpas por aburrirnos durante tanto rato, y dijo yo no busco honores, uno no hace las cosas para eso. Mientras escribo este comentario, recuerdo bien claro las palabras de mi abuela en la cocina:" ¡Como nos va aburrir oírlo hablar!"
