Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, 4 de julio (RL).Mujeres y hombres de pelo nevado, 120 en total, forman la multitud. Por voluntad propia ascienden hoy a la mayor graduación del curso básico de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor, tras ocho meses de estudio sobre cómo existir con agrado en la vejez. Esta es la cuarta graduación en el municipio, después de que aquellos primeros alumnos iniciaron el proyecto el 14 de febrero de 2002, Día de los Enamorados, del amor de ir bien en la larga carrera de la vida. De sobresalientes estuvieron en clases de seguridad social, historia local, hábitos alimentarios, educación física, sanidad e investigaciones científicas, María Rosa Meriño, Lorenza Castellanos, Silvia Parra, Lourdes Trueva, Ramona Martes junto a Guillermo Cabrera, Ramón Díaz, Abel Velázquez, Carlos García, Ángel Collazo y Jorge Hechavarría, que fueron distinguidos por sus compañeros de aula. Con el reconocimiento de ser el iniciador y ejemplo en la provincia de Las Tunas, Puerto Padre iniciará en octubre venidero el quinto curso básico de la Cátedra Universitaria. Desde ahora los más entusiastas tocan a las puertas para despertar el interés por el conocimiento entre una masa de 12 mil 500 jubilados. Para la incorporación se exigen 3 poderes: asistir, pensar e intercambiar experiencias, dirán los colabores del programa. En estas almas llenas de madurez, además del estudiante se unen poeta y narrador, compositor y cantante, también el mago, para hacer suyas las actividades, sin solicitud de ellas a otros organizadores por innecesario. Así hacen en cada celebración. Nació por eso aquí la primera peña cultural entre 169 municipios cubanos. En su propósito de aprender a vivir en la vejez, ellos no andan solos. Tienen acompañantes entre la gente de Educación, Salud Pública, Seguridad Social, Deporte, la Central de Trabajadores de Cuba CTC, Sede Universitaria y Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Quizá ya no haya tanto tiempo como antes para cuidar nietos o ser fiel velador en el hogar, y no se discrimine por eso; las salidas de la casa ahora son más frecuentes, y no os preocupéis por eso. Es que el adulto de hoy no es abuelo de bastón, porque aprende a envejecer y tener dominio del arte de la vida. |
