Por: Julián Puig Hernández y Rafael Quiroga Álvarez.
Dice el refranero popular que “cuando la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”.
Desde el pasado 20 de marzo y hasta el próximo 30 de abril se estará desarrollando en el municipio de Puerto Padre un programa de entrevistas con desvinculados del trabajo.
El accionar es patrocinado por la subdirección de empleo de la Dirección municipal de Trabajo y Seguridad Social que ha dispuesto para este empeño con el concurso de trece especialistas debidamente entrenados y capacitados.
Según informaron las fuentes, este cronograma contempla, con la excepción de los asentamientos poblacionales de El Yarey y Río Blanco, ambos al oeste de la Villa Azul, el resto de los Consejos Populares del territorio (en total son 15), y tiene por supremo objetivo, ofrecer empleo según el perfil y posibilidades físicas y mentales de los interesados.
En este corto período ya han recibido respuesta mil 277 personas, que significa más del doble de los beneficiados durante el año 2008.
Los empleados han recibido ocupación en Salud, Comunales, Educación, Agricultura, Acueductos y Alcantarillados y como Custodios.
El programa ha facilitado trabajo a licenciados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, discapacitados y desvinculados por diferentes causas, que son más de setecientas personas.
Las entrevistas individuales tienen por objetivo no obligarlos a trabajar, sino a investigar qué empleos necesitan, cuáles le son afines a sus posibilidades o qué causas les impiden laborar.
Los especialistas de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social del municipio de Puerto Padre contaron para su accionar con la base de datos de los jóvenes Trabajadores Sociales, quienes disponen de excelentes diagnósticos en su labor de terreno.
En el territorio existen personas desvinculadas que no han asumido su rol participativo en este campo por falta de una efectiva orientación, pero este proceso les ha abierto una inconmensurable posibilidad.
Del total de personas encuestadas, sólo seis insistieron permanecer inactivos, lo que sitúa un por ciento ínfimo aunque no deja de preocupar a los peritos.
No se tienen estadísticas o datos de que en algún otro país se hagan acciones de terreno en busca de empleo adecuado a las personas necesitadas
