En buen provecho, las ocasiones
Por: Raúl Martes González y Carlos Velázquez
Las oportunidades de ingreso al sistema universitario cubano son, entretantas, caminos abiertos que más de seiscientos alumnos bachilleres decidieron emprender hoy, por gusto propio y necesidad social, hasta el hallazgo de una útil existencia estudiantil como base de su futura vida laboral.
Unos se formarán en las facultades de medicina, enfermería, tecnología de la salud, psicología; otros irán en busca de lo profesional en las aulas de ciencias informáticas, derecho, ingenierías nuclear, agrónoma y militar, además de pedagogía e historia del arte.
Junto a los jóvenes acudieron madres, padres, hermanos. Sí, porque la decisión de escoger una carrera por vocación es individual; sin embargo, esa actitud satisface aspiraciones incidentes en las buenas costumbres de la familia.
Con razón entonces hubo alegrías en el encuentro que organizaron autoridades municipales de la educación. Muchos participantes reflejaron en sus rostros el agradecimiento. Hay quienes tuvieron el orgullo de expresarlo en palabras, como Francisca Batista Clemente, madre de Yeneisy.
“Mi hija va a estudiar medicina. Yo por azares de la vida, no pude hacerlo, que ella lo haga ahora, me da un placer inmenso, porque es muy importante aprender a servir y a sacrificarse por lo que uno considera útil.
Soy trabajadora en el Hogar Materno de calle 24 de Febrero, desde hace 25 años. Primero, fui auxiliar de limpieza, ahora soy cocinera y mañana futura madre de una médica al servicio de las personas que necesitan de sus conocimientos”.
No todo lo dicho allí resultó de agrado; hay un grupo de 60 bachilleres que decidieron probar suerte por otros caminos elegidos, también, por voluntad personal, aunque ninguno de ellos llegan a... la universidad.
El gesto desaprueba una conformidad de mayoría, no obstante las facilidades de iniciar estudios superiores, a través de los cuales el hombre ha encontrado siempre importantes horizontes.
La noticia me hizo recordar a un amigo uruguayo, Fernando Beramendi, graduado de periodismo en la Universidad de Oriente en 1982. Él decía: en Cuba existen inimaginables oportunidades, como en ningún otro país, para que las personas sean de amplia formación, pero que el cubano debía saber aprovecharlas, y aconsejaba siempre interpretar mejor las intensiones de la Revolución.
Cualquier parte del país puede ser centro idóneo para realizar los sueños de los más de seiscientos bachilleres que hoy recibieron aprobación de las carreras escogidas.
El Estado se encargó de crear casas de altos estudios en todos los municipios desde 2002 (169), una iniciativa que es parte del proceso de transformación de la universidad cubana, que atiende por principios ético- morales y necesidad social, y no por circunstancias de tiempo y lugar.
Dentro de ella, cada uno de los procesos de aprendizaje está destinado al logro de una formación de profesionales, que actúen con sentido de participación colectiva y responsabilidad individual en los destinos de la nación de manera consciente.
