Golpistas en Honduras hacen como el zorro
Por: Raúl Martes González y Carlos Velázquez
Detrás de la impotencia de quienes lamen la miel del poder y pierden el sabor de su encanto, está la traición al pueblo, porque no pueden vivir sin ella. Así ocurrió hace más de 24 horas en Honduras, donde los que no pueden gobernar por impopulares, dieron un golpe de Estado.
En la hermana República, ha hecho el acto de barbarie una burguesía que no se resigna a vivir sin sus privilegios de clase, acumulados sobre el sudor de la frente de los trabajadores hondureños.
A partir del amanecer de este domingo y hasta hoy martes, los porristas viven su mundo obtuso, tropiezan con la realidad, se hacen los desentendidos de la opinión pública internacional, que los condena por el paso torpe de desintegrar por medio de la fuerza el gobierno legítimo en ese país Centroamericano.
Pero cuidado, mucha atención ante el silencio que guardan ahora los usurpadores, eso puede ser peligroso. Nadie olvide que el zorro, se escurre, oculta, siempre quiere pasar inadvertido en el bosque, para hacer sus felonías. ¿Quién dirige hoy en Honduras? Nadie lo sabe. Cualquiera que sea, está en las sombras.
Mientras, cientos de miles de personas manifiestan en las calles su decisión de luchar desarmada de fusiles; prefieren usar las ideas para exigir el retorno de la democracia y el regreso del presidente de la nación hondureña Manuel Zelaya Rosales.
El pueblo va por un camino de seres inteligentes. Si los golpistas entendieran que no hay mejor camino para resolver los conflictos, que el de poner el pensamiento y la reflexión al servicio de la paz, hoy mismo diría el mundo: fin del golpe de Estado en Honduras.
