Por: Raúl Martes González .
En el esfuerzo persistente por la calidad de los servicios médicos y sus logros, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) encontró justificación para estimular hoy con la bandera de Proeza Laboral al colectivo del hospital de pediatría Raymundo Castro Morales, de Puerto Padre.
Como aspectos influyentes se valoraron estado de opinión pública favorable sobre las prestaciones, ser Vanguardia Nacional durante varios años consecutivos, Colectivo Moral y ejemplo en la recuperación de las salas de gastroenterología y terapia intensiva, tras el paso del huracán Ike en septiembre de 2008.
La historia del buen hacer, reconocida por el pueblo, inicia en 1984 cuando el antiguo hospital general fue transformado en centro solamente de atención pediátrica, con acceso para habitantes de los municipios de Jesús Menéndez y Puerto Padre.
Esta unidad asistencial posee una capacidad de 80 camas que satisfacen las necesidades de ingreso, mientras en el Cuerpo de Guardia otra parte del personal garantiza de forma rotativa la atención médica día y noche de lunes a domingo.
Pacientes y familiares no tienen que hacer egresos monetarios al recibir esos servicios, pues ellos son protegidos por el Estado a partir de la asignación de un presupuesto superior a los dos millones y medio de pesos.
Un niño u adolescente hospitalizado causa un gasto promedio de 50 pesos cada 24 horas, aunque en algunos servicios especializados como los cuidados intensivos la cifra es seis veces superior.
Ahora el sector de la salud cuenta con dos colectivos poseedores de la bandera de Proeza Laboral, pues primero alcanzó la condición el colectivo del hospital general Guillermo Domínguez López.
De colores azul y blanco, el premio por la consagración se exhibe desde hoy en el sitial histórico del hospital a la vista de sus dueños (293 trabajadores) pacientes, familiares y visitantes.
