Por: Carlos Velázquez Hernández.
La bebé busca de forma desesperada el pezón de la madre, sólo, a una hora de nacida y como si lo hubiera hecho por mucho tiempo comienza a succionar con un placer increíble, en la cara de la madre observamos la satisfacción que le ocasiona aquel acto cargado de verdadero amor porque amamantar es dar vida y amor. Es alimentar, confortar, proteger y comunicarse.
Cuando hablamos de lactancia materna, siempre viene a la mente el acto de alimentar al bebé, sin embargo es importante conocer interioridades de este hermoso acto.
Lo ideal es prenderlo al pecho de inmediato después del parto, si la mamá tuvo cesárea, con anestesia general, no hay nada que temer el recién nacido esperará, él tiene reservas suficientes para esperar que ella se despierte, lo que si es importante no permitir que se les ponga el biberón explican los especialistas.
La leche de los primeros días, llamada calostro, es amarillenta y espesa, por eso es rica en anticuerpos que protegen al hijo de infecciones graves y lo estimula a mamar frecuentemente. El calostro tiene efectos laxantes y ayuda al bebé a evacuar el meconio de su intestino, eliminando así la bilirrubina, que en exceso provoca el color amarillento de la piel. Durante los primeros siete días, el calostro va perdiendo su color, y la leche se va poniendo cada vez más blanca. Esta leche espesa, sacia, alimenta y engorda al bebé. Es más blanca porque contiene más cantidad de grasas y proteínas.
La leche materna es un alimento único que permite transmitir defensas de la madre al niño a la vez que fortalece el vínculo materno-filial. La Organización Mundial de la Salud ( OMS) recomienda como imprescindible lactar durante los seis primeros meses de nacido el bebé.
Aún cuando a las futuras mamás se les dan estas orientaciones, siempre existe un grupo que no llega a los seis meses de lactancia, por una causa u otra en Puerto Padre cerca del 20 por ciento de las madres no cumplen el tiempo establecido como mínimo, por la Organización Mundial de la Salud.
El programa materno infantil contempla dentro de sus acciones las relacionadas con la lactancia materna y tanto los gineco obstetras como los médicos de la familia tienen la responsabilidad de velar porque se cumpla con lo establecido en la lactancia, incluyendo a otros factores de la comunidad para elevar los índices alcanzados y lograr una buena salud de los pequeños que redundará en una mejor salud para el futuro.
