Los niños en primer orden para el beneficio
Por: Raúl Martes González. Fotos de Yordanis Rodríguez Vega.
Varios centros de atención a la niñez junto a otros, también, de bienestar social reabrieron sus puertas este fin de semana, algunos con nuevos desempeños, que fueron favorecidos con reparaciones e inversiones realizadas por colectivos de constructores estatales, en Puerto Padre.
Uno de ellos es el círculo infantil Casita Azucarada, ubicado ahora en el antiguo Dispensario municipal, de la calle 24 de Febrero, pues el anterior local dejó de ser propicio por el largo período de existencia y el mal estado de conservación.
Además, aparece remozada otra casa de niños de madres trabajadoras, con el nombre del mártir Antonio Barrera, primera de la historia de esta institución educacional en el territorio (principios de la década de1960), y fundada para iniciar la formación desde los primeros meses de vida.
A su vez, los constructores crearon mejores condiciones de trabajo en la sala de gastroenterología, del hospital Raymundo Castro Morales, donde el colectivo presta servicios a la población infantil de los municipios de Jesús Menéndez y Puerto Padre.
Antes, otros centros de atención a la niñez fueron objeto de reparaciones, entre ellos los círculos infantiles Tacita de Oro y El Mambisito, que sufrieron daños por el paso del devastador huracán Ike, en septiembre de 2008.
Lo que hoy aparece como novedad del día, no es inesperado ni fugaz. Tiene raíz en la previsión de José Martí de que los niños son la esperanza del mundo; y porque se cree en ella, el hacer en su beneficio es persistente hasta donde a la mujer o al hombre de gobierno le resulta posible.
