Por Raúl Martes González y Carlos Velázquez Hdez
Hoy transcurre un día especial de meditación sobre el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), entre quienes toleran la enfermedad, los creyentes de que ella es real y puede prevenirse e incrédulos de muchos confines del planeta.
Al comienzo de la jornada matutina, colectivos de diferentes sectores intercambiaron ideas relacionadas con el trabajo que acontece, en Puerto Padre, para disminuir el efecto de la pandemia, como la vigilancia epidemiológica, investigación, enseñanza sanitaria y asistencia médica.
El primer caso en la Villa Azul se detectó en 1989; desde entonces y hasta hoy más de 50 personas contrajeron la enfermedad, de las cuales 10 fallecieron.
No obstante existir baja prevalencia, con relación a la población entre 15 y 49 años de edad, especialistas y técnicos de Salud Pública junto a grupos de trabajo no profesional, intensifican su labor preventiva, mediante divulgación y capacitación sobre riesgos.
A su vez, realizan pesquisa masiva en barrios urbanos y comunidades rurales para descubrir casos, pues lo cierto es que cada año nuevas personas se enferman con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), a pesar de las medidas preventivas adoptadas fundamentalmente en los grupos vulnerables.
Jóvenes y hombres que hacen sexo con otros hombres son los más afectados, por lo que hacía ellos se dirige el mayor accionar de los más de cincuenta promotores voluntarios de lucha contra el VIH-SIDA, en Puerto Padre, quienes se encargan de transmitir conocimiento necesario, en pos de elevar la percepción del riesgo y con ello evitar el contagio.
Inspirados en la máxima de que “vivir si tiene sentido” estas personas que luchan por una vida sana se juntan para desandar escuelas, centros de trabajo, instalaciones culturales, deportivas o de recreación y repartir información a través de plegables, afiches, carteles, textos y videos promocionales, entre otras formas de comunicación; siempre traen consigo preservativos para entregar a sus auditorios como símbolo de que una conducta responsable de protección salva de un peligro que acecha.
Hoy es un día en que millones de personas reflexionan sobre el SIDA, lo cual no significa hacerlo por única ocasión durante el año, sino la fecha de un comienzo en el pensar mejor para proteger la vida.
