Pintor de San Valentín
Por: Rosa María Ramírez Reyes .
La jornada propicia la meditación oportuna sobre el amor; de él suelen decirse muchos adjetivos, también frases que encierran la interpretación de cada cual.
Más allá de lo que les dicta el corazón hay quienes regalan a través de sus manos todo cuanto sienten.
David Silva Silva, prestigioso artista de la plástica, en Puerto Padre, deja ver en sus obras al amor “no como sentimiento sagrado sino cotidiano, más de hombre, de mundo”
Los pinceles testifican la intensidad con que el autor de incontables esculturas, entre las que cuentan Los delfines, del Malecón villazulino, vive el amor.
Este puertopadrense en sus creaciones revela por medio de una esfera amarilla esa pasión desmedida, ello tiene su significado personal. Es el círculo para David “la figura más perfecta, no tiene principio ni fin, y el amarillo es color de luz fuerte”, lo cual permite reflejar que “el amor es perfecto y vigoroso”
Mágica la manera en que este hombre de pueblo, pintor de la belleza permite a su público descifrar lo que él esconde por dentro.
Como escultor de la vida misma, David Silva Silva es bien claro en sus códigos, “Maternidad”, escultura a la entrada de la policlínica Rafael Izquierdo Ramírez, en el poblado de Delicias, es según él “la experiencia más cercana de retroalimentación inmediata que ha tenido” por lo que cuando habla sobre su visión del amor sale a la luz de inmediato.
Por eso hoy puedo entre las meditaciones que de la fecha se hacen regalarte la de este pintor de San Valentín.