Miércoles, 21 de Octubre de 2011 07:02 | 
Escrito por Elizabeth Silva Rodríguez 
El caso de la libertad bajo supervisión de René González Sehwewerert, después de concluir el término de permanencia en prisión, es otra de las maniobras del sistema jurídico de Estados Unidos con sus aliados: la mafia cubano-americana de Miami
Es inusual que René, teniendo doble ciudadanía haya visto ignorada su condición de cubano por parte de la corte del distrito, exigiéndole cumplir su libertad bajo supervisión en Estados Unidos.
Lo común para un acusado que no sea ciudadano de Estados Unidos, es ser deportado y cumplir su libertad bajo supervisión, solo en papeles, en su país natal; en el caso de René no fue así.
Antes de su liberación, René planteó renunciar a su ciudadanía estadounidense y, a cambio, regresar a Cuba. La propuesta no fue aceptada por el gobierno.
Si René pudiera elegir, su elección sería regresar al seno de su familia, así tendría la posibilidad de estar con sus hijas, su esposa, su madre; pero las crueles y absurdas leyes del imperio se lo impiden, lo que constituye otra sansión más añadida a la larga lista en estos trece años.
La jueza Yoan Lenard le indicará a René algunas condiciones especiales y el funcionario que supervisa su libertad condicional tendrá acceso completo a su información financiera, a investigación de su persona y conducta; es una paradoja, mientras Posada Carriles, terrorista confeso, goza de enormes privilegios y la protección incondicional del Gobierno de Estados Unidos.
René ha decidido dejar que su conducta demuestre a la jueza Lenard que él es una persona que merece regresar a Cuba.
Para René, Gerardo, Ramón, Fernando y Antonio los largos años de prisión son como un viaje que ha durado toda una vida y que aún no llega a su fin; la confianza que las personas tienen en el sistema de justicia estadounidense no funciona, el ejemplo está en la nueva condena contra René González Sehwerert: la obligada permanencia por tres años, lejos de los suyos y con peligro cardinal para su vida.
Las voces de la verdad y la justicia se deben alzar para romper el silencio de los grandes medios de prensa comprados en Estados Unidos y dar a conocer la nueva farsa contra el antiterrorista cubano.
