Muy próxima a cumplir 50 años, la tarea de recuperar materias primas y los trabajadores que la tienen en sus manos, han constituido durante este tiempo una fuerza de choque contra el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
Lo es porque muchos elementos tienen el destino del reciclaje como importante vía para sustituir compras en el mercado mundial y otros se utilizan en estimular las exportaciones.
Una población superior a 90 mil habitantes no vive ajena a la encomienda, en Puerto Padre. Mientras una gran parte decide contribuir de forma gratuita, el resto vende lo suyo a la Unidad municipal de Recuperación de Materias Primas.
En el tiempo transcurrido de 2011, por ejemplo, la contribución es significativa en materiales ferrosos, no ferrosos y acero inoxidable con más de mil 800 toneladas, que representan 31% sobre el plan.
También, hay aportes de casi 900 mil embases de arroz, frijoles, soya; 188 600 botellas para bebidas; y 63 toneladas de papel y cartón, que se emplean en la fabricación de libros, libretas, tejas infinitas, y tiradas de periódicos y revistas.