Puerto Padre ( RL ) El esfuerzo supremo de los técnicos y profesionales de la Casa de Cultura Enrique Peña, de Puerto Padre, está centrado justamente en el fortalecimiento del movimiento de artistas aficionados y las razones son diversas.
Las mujeres y los hombres que hoy se han convertido en profesionales en cualquiera de las manifestaciones culturales tuvieron como fragua este movimiento, por lo tanto no puede soslayarse su importancia.
La danza, el teatro, la música, la literatura y las artes plásticas, son especialidades a las que niñas y niños se acercan desde edades bien tempranas y para lo cual se cuenta con excelentes instructores.
Al habla con los especialistas de esta institución supimos que en unidades artísticas sólo en danza existen cuarenta y tres, atendidas por un solo instructor, al igual que en teatro donde existen doce. Por su parte, música y literatura disponen de dos especialistas, uno para cada una, que tienen, la primera, de cincuenta unidades y la segunda de tres. Artes plásticas, sin embargo, donde hay cinco profesores, hay un solo colectivo plástico con dieciséis aprendices.
Estos bisoños se presentan en público para dar a conocer las habilidades aprendidas en festivales de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), así como en Festivales Coreográficos, Coros y Cantorías, Cuba qué linda es Cuba, dedicado a defender la música infantil hecha en la localidad y el Rafael Nadal, para las artes escénicas.
Ahí tienen sus posibilidades histriónicas, pero en las propias escuelas se hacen presentaciones, casi a diario, donde ellos disponen un papel preponderante.
Hoy la Casa de Cultura Enrique Peña está a la espera de una reparación capital y puede observarse una cinta en la puerta que así lo consigna y por tal motivo está cerrada; sin embargo, muy cerca de allí, el gobierno local les proveyó de otro espacio donde ahora siguen cultivando el futuro de las artes y las letras en el territorio.
No son las paredes las que hacen posible la existencia de un importante movimiento como este, sino las mujeres y los hombres que día a día, con su esfuerzo, lo hacen realidad.