En la esquina de Abraham González con Morelos, en México, murió asesinado el 10 de enero de 1929 el líder comunista cubano Julio Antonio Mella; pero no fue la única ocasión en que intentaban matarlo.
Al asumir el poder Gerardo Machado, en 1925, vio en el valeroso joven un escollo para sus aspiraciones políticas pues la influencia de Mella entre estudiantes, obreros y sectores populares era innegable.
Mella fue detenido por su participación en los actos por el 27 de noviembre, en virtud del aniversario por el fusilamiento de los estudiantes de medicina, ocurrido en el año 1871. En esa oportunidad intentaron separarlo del grupo so pretexto de llevarlo a la cárcel, pero la realidad era aplicarle la ley fuga. A los 18 días de haber iniciado una huelga de hambre, en demanda de su libertad, Julio Antonio Mella, tuvo algunos problemas cardíacos y el gobierno creyó que moriría; sin embargo, al día siguiente, debido a la gran presión popular, debió ser libertado bajo fianza.
El líder estudiantil describió al tirano Machado como el "Mussolini tropical" en un artículo periodístico, lo cual fue considerado tiempo después como una verdadera profecía.
Sin embargo, en la helada noche del 10 de enero de 1929, Mella y la fotógrafa italiana Tina Modotti caminaban por la calle de Morelos. Al doblar por Abraham González rumbo al domicilio de Tina, un par de pistoleros acabaron con su vida.
Los asesinos enviados a México por Machado se llamaban José Agustín López Valiñas y Miguel Francisco Sanabria. La historia posterior de ambos debe decirse. José Agustín le disparó al líder por la espalda. Sanabria no alcanzó a disparar. Denunciado por su esposa, López Valiñas fue juzgado en México, y permaneció en la cárcel hasta 1938. Abatido a tiros por la espalda, murió el 15 de noviembre de 1958 en la cerrada de Altata (colonia Condesa), cuando se desempeñaba como chofer del senador Efraín Brito Rosado. Sanabria administraba un prostíbulo en Cuba cuando una puñalada acabó con su vida el 11 de octubre de 1942.
Pero la lista de involucrados en el asesinato de Mella no es corta. Entre ellas figuran José Magriñat, quien como agente encargado de la ejecución del plan señaló la víctima a los asesinos. Magriñat murió ajusticiado en La Habana, el 13 de agosto de 1933. Francisco Rey Merodio, agente especial de la policía de Machado, confidente de la Embajada de EE.UU. en Cuba y espía de Mella en las filas de la Liga Antimperialista, murió asesinado el 2 de septiembre de 1943; Alfonso Luis Fors, cubano quien organizó la policía secreta del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, murió a consecuencia de un atentado, el 18 de octubre de 1953.
Su mirada penetrante y fuerte, a la vez que poética, perdura en la imagen fotográfica hecha por Tina, donde se nos muestra firme, confiado en un futuro de lucha por un mundo mejor, en la forja de la virtud.