El
Fuerte de la loma, o Castillo de Salcedo, es, después de los molinos de
viento, una figura distintiva de la ciudad de Puerto Padre.
Ubicado justo en la misma cima de la colina donde se encuentra la Villa Azul, fue concebido para proteger al pueblo de los incesantes ataques de los cubanos que luchaban por la independencia de su país.
Ubicado justo en la misma cima de la colina donde se encuentra la Villa Azul, fue concebido para proteger al pueblo de los incesantes ataques de los cubanos que luchaban por la independencia de su país.
Construido en el año 1869, por la
ingeniería militar de la metrópolis española, tiene semejanza con otras
instalaciones de su tipo ubicadas en otras islas del Caribe y su
estructura también dispone de cierta similitud con otras instituciones
que con esos fines fueron edificadas en el archipiélago cubano.
Considerado Monumento Nacional, por las características que ha sabido conservar y las bondades visuales que atesora, el Fuerte de la loma sufrió diferentes etapas en su existencia, desde el abandono, que sirvió para albergue a mendigos y pordioseros, hasta centro de tortura y muerte durante la seudo república, pero felizmente la Dirección de Cultura en el territorio ha sabido darle la verdadera dimensión que atesora su historia.
En la actualidad el Castillo de Salcedo está recibiendo las bondades de la reparación pues resulta evidente el impacto del tiempo en sus muros, gruesos y bien empedrados, hechos con tierra blanca, a la que se le dice cocó, y otros elementos naturales que favorecen la creación de un cemento rústico pero confortable y duradero. El es la más fiel evidencia de ello.
La modernidad ha exigido que esta pequeña fortaleza militar varíe sus propuestas pues además de las vitrinas donde se exponen armas antiquísimas y documentos que avalan su larga existencia, debieran hacerse otras ofertas para los turistas visitantes. Eso no es desdeñable y todavía no se ha concretado.
Declaraciones de Abel Sastre Matos responsable de la Comisión municipal de Patrimonio en Puerto Padre:
Considerado Monumento Nacional, por las características que ha sabido conservar y las bondades visuales que atesora, el Fuerte de la loma sufrió diferentes etapas en su existencia, desde el abandono, que sirvió para albergue a mendigos y pordioseros, hasta centro de tortura y muerte durante la seudo república, pero felizmente la Dirección de Cultura en el territorio ha sabido darle la verdadera dimensión que atesora su historia.
En la actualidad el Castillo de Salcedo está recibiendo las bondades de la reparación pues resulta evidente el impacto del tiempo en sus muros, gruesos y bien empedrados, hechos con tierra blanca, a la que se le dice cocó, y otros elementos naturales que favorecen la creación de un cemento rústico pero confortable y duradero. El es la más fiel evidencia de ello.
La modernidad ha exigido que esta pequeña fortaleza militar varíe sus propuestas pues además de las vitrinas donde se exponen armas antiquísimas y documentos que avalan su larga existencia, debieran hacerse otras ofertas para los turistas visitantes. Eso no es desdeñable y todavía no se ha concretado.