La génesis de la Federación de Mujeres Cubanas,
lo constituye una pequeña célula de féminas, que al triunfo de la
revolución se unieron para desarrollar acciones a favor del nuevo
gobierno.
Vilma Espín Guillois, ejemplo fehaciente de la fuerza de una mujer segura de lo que quiere, enamoró a nuestro Comandante en Jefe de la idea para fundar una organización femenina, cuya misión fundamental seria mantener las conquistas del incipiente proceso.
Vilma Espín Guillois, ejemplo fehaciente de la fuerza de una mujer segura de lo que quiere, enamoró a nuestro Comandante en Jefe de la idea para fundar una organización femenina, cuya misión fundamental seria mantener las conquistas del incipiente proceso.
En Puerto Padre,
la estructura femenil agrupa a 37 743 mujeres, cifra que representa el
95,4 por ciento de integración; así llega este organismo a su Noveno
Congreso, evento que tendrá lugar en marzo próximo.
Tres mujeres puertopadrenses nos representarán en el evento que constituye el máximo órgano de dirección de la estructura femenina, Marlen Cruz Pérez, Osmary Infante Infante y Teresa Amarelle Bouet, Secretaria Nacional del organismo.
El proceso asambleario Noveno Congreso que aconteció en cada bloque y delegación de base, como preámbulo al momento cumbre devino momento de reflexión y debate, en el que, con mirada crítica, se evaluaron los resultados y se adoptaron acuerdos sobre bases asequibles, en aras de atemperar la histórica misión a los tiempos actuales.
Entre las nuevas tareas que ejecuta la dirección municipal de la Federación de Mujeres Cubanas, en Puerto Padre, destaca el procedimiento de familia, experiencia con un contenido profundamente humano, pues evita que jóvenes con problemas de conducta por conflictos hogareños, sean internados en escuelas para estos fines.
Nuestro municipio ostenta el privilegio de que fue seleccionado en la provincia de Las Tunas, para validar los resultados de este experimento, y gracias al éxito en su gestión, hoy se extiende a todo el país.
La Federación que agrupa a las Mujeres Cubanas, este año arribará a su aniversario 59; de retos y escollos estuvo lleno el camino, pero solo sirvieron de acicate en el empeño por adecuar su misión a las diferentes etapas por las que atravesó el país para cumplir con éxito su programa revolucionario.
A lo largo de ese tiempo han puesto en alto el nombre de la mujer cubana, demostrando que somos fieles herederas de Mariana Grajales, Ana Betancourt, Haydee Santamaría, Vilma Espín Guillois y tantos otros ejemplos de los que se impregnó esta organización para conformar su esencia, la que define hoy, a la mujer cubana.
Tres mujeres puertopadrenses nos representarán en el evento que constituye el máximo órgano de dirección de la estructura femenina, Marlen Cruz Pérez, Osmary Infante Infante y Teresa Amarelle Bouet, Secretaria Nacional del organismo.
El proceso asambleario Noveno Congreso que aconteció en cada bloque y delegación de base, como preámbulo al momento cumbre devino momento de reflexión y debate, en el que, con mirada crítica, se evaluaron los resultados y se adoptaron acuerdos sobre bases asequibles, en aras de atemperar la histórica misión a los tiempos actuales.
Entre las nuevas tareas que ejecuta la dirección municipal de la Federación de Mujeres Cubanas, en Puerto Padre, destaca el procedimiento de familia, experiencia con un contenido profundamente humano, pues evita que jóvenes con problemas de conducta por conflictos hogareños, sean internados en escuelas para estos fines.
Nuestro municipio ostenta el privilegio de que fue seleccionado en la provincia de Las Tunas, para validar los resultados de este experimento, y gracias al éxito en su gestión, hoy se extiende a todo el país.
La Federación que agrupa a las Mujeres Cubanas, este año arribará a su aniversario 59; de retos y escollos estuvo lleno el camino, pero solo sirvieron de acicate en el empeño por adecuar su misión a las diferentes etapas por las que atravesó el país para cumplir con éxito su programa revolucionario.
A lo largo de ese tiempo han puesto en alto el nombre de la mujer cubana, demostrando que somos fieles herederas de Mariana Grajales, Ana Betancourt, Haydee Santamaría, Vilma Espín Guillois y tantos otros ejemplos de los que se impregnó esta organización para conformar su esencia, la que define hoy, a la mujer cubana.