Puerto Padre, Las Tunas, 17 de sep (RL).-Trabajadores de la Unidad de Electricidad y ETECSA tienen hoy ante sí el difícil reto de sacar de la penumbra y la incomunicación telefónica a la ciudad, poblados y comunidades rurales. Solamente, pequeños grupos poblacionales sienten ya efectos de la recuperación en ambos sectores, en extremo dañados por la furia de Ike durante los días 7 y 8 de septiembre.
Los fuertes vientos y lluvias del huracán derribaron postes y cables conductores que causaron desperfectos en 9 circuitos eléctricos ubicados en zonas urbanas y rurales del municipio y 3 mil 750 aparatos de telecomunicación, el 53 por ciento.
La electricidad fue interrumpida el sábado 6 de septiembre en horas de la tarde como metida preventiva, ante la inminencia del fenómeno meteorológico, lo cual afecta desde hace 9 días consecutivos a la mayoría de las familias puertopadrenses, unas 30 mil, pues ellas garantizan la cocción de sus alimentos con el uso de hornillas y ollas eléctricas.
Los colectivos de electricistas de este municipio, que ofrecieron su colaboración en Pinar del Río, regresaron con el fin de integrarse al esfuerzo del reducido grupo de compañeros dejados en la entidad, para atender pequeñas averías.
En las últimas horas se abrieron 7 frentes de trabajo, en Puerto Padre, para impulsar las labores de recuperación durante prolongadas jornadas. Forman parte de las brigadas, linderos y reparadores de las provincias de Ciego de Ávila, Guantánamo y municipios de Las Tunas.
También, restauradores locales reciben el apoyo de colegas guantanameros, y esperan la ayuda prometida de los granmenses, pues la encomienda es ardua como la de los obreros de la electricidad.
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Puerto Padre, Las Tunas, 18 de sep (RL).-Erectos como el primer día, vuelven a estar los monumentos al Quijote y paladín dominicano Máximo Gómez Báez. Bastaron pocos días para la restauración, porque el puertopadrense ama lo que crea y escuda lo que tiene.
Esta vez, el bronce cedió a la violencia del huracán Ike, las estructuras de una y otra pirámide perdieron momentáneamente su elegancia y entonces el transeúnte dejó de ver el significado de ambos símbolos.
También, la furia del viento embistió contra el vetusto edificio (1928) del museo polivalente Fernando García Grave de Peralta. Aquí la recuperación durará mucho más tiempo, pues los daños son en la cristalería de que está hecha la parte frontal de la casa de historia.
Ahora el colectivo de la institución cultural limpia objetos disímiles, acomodan estantes, aseguran lo necesario. Piensan en remontar con prontitud y en eso pasan horas y horas, para recomponer el deshecho a causa de la ferocidad de la naturaleza.
Mas, la fuerza bruta no pudo con todo lo que encontraba a su paso en los días 7 y 8 de septiembre. Resistieron El castillo Salcedo, Monumento Nacional; la estatua de la Libertad, el busto a las Madres, el Anfiteatro municipal y la iglesia San José
Por: Rosa María Ramírez Reyes
Puerto Padre, Las Tunas, 9 de nov (RL).-El Consejo de Defensa Municipal de Puerto Padre ordenó, previo al paso del huracán Paloma, la evacuación de 40 mil 765 personas residentes en zonas bajas para proteger sus vidas, indicaron fuentes del Puesto de Mando del territorio.
Aclara la información que del total sólo 5 mil 707 ciudadanos fueron albergados, mientras la cifra mayor, 35 mil 058, optó por protegerse en casas vecinales o de familiares.
Las autoridades, para garantizar con éxito ese multitudinario movimiento de personas, habilitaron cuarenta y dos albergues, debidamente confortables, provistos de alimentación, condiciones higiénico-sanitarias y asistencia médica.
Ahora, luego de la disipación del meteoro en la vecina provincia de Camagüey, se agilizan los medios para devolver paulatinamente a las personas a sus domicilios de origen, al tiempo que se dispondrán las dinámicas para que esos centros de evacuados (mayormente escuelas) sean habilitados y comiencen a funcionar de inmediato.
Paloma ha dejado un volumen de agua (71,8 milímetros), que aunque no fue considerado importante, pudiera crear, a la par, una saturación de los suelos y poner en peligro no pocas cantidades de productos agrícolas que fueron sembrados de manera emergente, tras el paso de Ike.
La Organización Básica Eléctrica del municipio ordenó la reincorporación de sus grupos electrógenos a los depósitos, donde permanecerán para ponerlos en funcionamiento cuando las condiciones de contingencia lo exijan.
Sólo en la zona de Maniabón se registraron inundaciones significativas, y por ello más de una docena de casas fueron afectadas, lo cual ha provocado análisis que permitirán en un futuro evitar este particular.
El Consejo de Defensa Municipal decretó el cese de la Fase de Alarma y con ello, el cumplimiento del cronograma de acciones para volver a la normalidad, período durante el cual los puertopadrenses deben avanzar, progresivamente, en el resarcimiento de los daños a la vivienda, la limpieza y embellecimiento de la ciudad, poblados y comunidades rurales, y recuperación de las instituciones sociales que fueran afectadas e intensificar las labores para aumentar la producción de alimentos.
Al conocer la historia trágica de la colega Ana periodista en la Isla de la Juventud, la que mientras cumplía sus funciones como reportera de prensa, el ciclón Gustav le arrazó con su vivienda y todas sus propiedades, no pude sustraerme a la idea de publicar en mi página esa triste historia. Gracias a la colaboración de Roberto Díaz Martorell.
Miércoles, 03 de Septiembre de 2008
Cuba: la noticia que hizo llorar a Ana, la periodista
Tras la profesionalidad de quienes narran el drama dejado por Gustav puede estar también la historia de seres humanos marcados profundamente por sus consecuencias
Ana Esther desanduvo consejos de defensa de zona, centros de trabajo, de salud, campos de cultivo, planteles educacionales y reservorios de
Desde la ventana de su vecino Crescencio López, Ana vio su casa
sin cubierta y destruida.
agua, con el propósito de conocer e informar las medidas adoptadas para enfrentar el huracán que amenazaba la Isla de la Juventud.
En su labor periodística la sorprendió la batalla que iniciaba Gustav. Intensas lluvias y rachas de viento sostenido superiores a los 200 kilómetros por hora provocaron que el falso techo de la salita de prensa le cayera en la cabeza cuando intentaba comunicarse por teléfono, con el fin de informar a Cuba y el resto del mundo de los pormenores del momento.
El rápido deterioro de las condiciones del tiempo le impuso refugiarse en un pequeño pasillo junto a varios de los que allí trabajaban, y se solidarizó con una de las compañeras cuando una puerta, impulsada por el fuerte viento, la hirió en uno de sus dedos.
Cuando el ojo del huracán atravesó Nueva Gerona, Ana fue de las primeras en salir de su refugio para tomar imágenes y tener una visión panorámica de la situación, al tiempo que indujo a retornar a sus casas a personas que, motivadas por la aparente calma, salían a ver el Sol. Y no se alejó mucho, aunque la constante preocupación por su hogar y los suyos la atormentaba minuto a minuto.
El segundo impacto fue peor, porque los vientos giraron y el refugio donde la reportera y sus compañeros se guarecían no era seguro. La ansiedad la hizo realizar varias llamadas a su casa, todas sin respuesta, mas el compromiso de cumplir su deber profesional no le permitió retirarse.
Cuando cesaron los vientos y la lluvia se hizo menos intensa, asistió, como todos, a la reunión del Consejo de Defensa Municipal para conocer acerca de las afectaciones del territorio.
Fue allí donde el presidente del Consejo de Defensa de su zona le dio la mala noticia: «El ciclón se llevó el techo de tu casa, pero tu familia está bien, evacuada en casa de unos vecinos». No pudo más, la tensión se liberó. Sus lágrimas se confundieron con las últimas lluvias de Gustav. Poco a poco se alejó del lugar y emprendió el camino a casa.
Al llegar vio cómo Gustav, en su ensañamiento con esta Isla, la despojó no solo de la cubierta de su casa, sino también de todo cuanto había logrado adquirir en los años de trabajo y esfuerzo: mas al ver a su mamá, hermanos y sobrina vivos, sonrió a pesar de todo.
Ella sabe que, como miles de personas en la Isla de la Juventud, no quedarán abandonados a su suerte.
