Puerto Padre, Las Tunas, 18 de sep (RL).-Erectos como el primer día, vuelven a estar los monumentos al Quijote y paladín dominicano Máximo Gómez Báez. Bastaron pocos días para la restauración, porque el puertopadrense ama lo que crea y escuda lo que tiene.
Esta vez, el bronce cedió a la violencia del huracán Ike, las estructuras de una y otra pirámide perdieron momentáneamente su elegancia y entonces el transeúnte dejó de ver el significado de ambos símbolos.
También, la furia del viento embistió contra el vetusto edificio (1928) del museo polivalente Fernando García Grave de Peralta. Aquí la recuperación durará mucho más tiempo, pues los daños son en la cristalería de que está hecha la parte frontal de la casa de historia.
Ahora el colectivo de la institución cultural limpia objetos disímiles, acomodan estantes, aseguran lo necesario. Piensan en remontar con prontitud y en eso pasan horas y horas, para recomponer el deshecho a causa de la ferocidad de la naturaleza.
Mas, la fuerza bruta no pudo con todo lo que encontraba a su paso en los días 7 y 8 de septiembre. Resistieron El castillo Salcedo, Monumento Nacional; la estatua de la Libertad, el busto a las Madres, el Anfiteatro municipal y la iglesia San José
