Puerto Padre, Las Tunas, 7 de nov (RL).-El anuncio sobre una tormenta tropical con el nombre de Paloma, en el Mar Caribe Occidental, inquietó de inmediato a los puertopadrenses. Hay condiciones en la superficie marina, también atmosféricas, que favorecen el aumento de la velocidad de sus vientos.
Pormenores del fenómeno meteorológico los dio a conocer en la tarde de este jueves el responsable principal del Departamento de Pronósticos, doctor José Rubiera, cuando hacía casi dos meses del paso devastador de Ike por este territorio y el pueblo aún labora en la recuperación.
Lo cierto es que Paloma tomó vuelo de huracán, y en la mañana de hoy hace navegación marítima con categoría uno, en la escala Saffir-Sipson, de un máximo de 5, con amenaza directa a las provincias del centro y oriente cubano.
Para que no haya sorpresas, a tiempo la Defensa Civil decretó la fase informativa. Es aquí donde la población anda de prisa: busca constantemente la actualidad del suceso, asegura cubiertas, puertas y ventanas de las viviendas; limpia tragantes; reserva agua potable y alimentos. Cada familia se prepara por si empeoran las condiciones climáticas.
La experiencia vivida los días 7 y 8 de septiembre, hará que la gente piense en extremar las medidas, con el fin de proteger la vida de las personas residentes en lugares de riesgos, áreas de producción y los recursos económicos concentrados en almacenes mayoristas.
El argumento de los puertopadrenses sobre su preocupación, es razón que convence y por sólo citar un ejemplo, Ike dañó de forma parcial y total cerca de 25 mil viviendas.
La mayoría de esos hogares sigue en esas clasificaciones, y Paloma amenaza con que las cosas estén peores, pero el pueblo sabe reconstruir, que es forma sabia de enfrentar la naturaleza.
