Por Carlos Velázquez.
Los luchadores contra el terrorismo, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González ya se encuentran en el Centro de Detención Federal de Miami, con el objetivo de asistir a la vista por la resentencia que tendrá lugar el 13 de octubre.
Este recurso legal se hará ante la jueza Joan Lenard, que en el 2001 los condenó, y un jurado tendrá que tomar en cuenta las instrucciones del tribunal de apelaciones (el Onceno del Circuito de Atlanta) el cual indicó “que las sanciones fueron impuestas incorrectamente” y en consecuencia las anuló.
Antonio, Ramón, Fernando y René se preocupan por la situación de su hermano de lucha Gerardo, pero el experto en litigio ante la Corte Suprema, Thomas Goldstein, opinó en una reciente visita a la capital cubana que los esfuerzos demostrarán que la condena de conspiración para cometer asesinato, por la cual este tiene una de las dos cadenas perpetuas es “totalmente absurda”.
Los abogados del caso coincidieron en señalar que dentro de la arbitrariedad e ilegalidad, el tratamiento que ha recibido Gerardo la injusticia es mayor.
Por su parte René González tampoco fue favorecido para la resentencia. Phillip Robert Horowitz, su abogado, sostuvo que a estas alturas su defendido está al cumplir 15 largos años en prisión, donde ha mantenido, al igual que los otros, un excelente comportamiento.
Agregó que por tal motivo no oculta la admiración hacia René, quien pese a todo “mira hacia adelante para regresar a su casa, a su esposa, a sus hijas”. Dentro de “aproximadamente dos años” expira la condena que le fue impuesta en el 2001, dijo Horowitz. Además de los “tres años de libertad supervisada, lo cual es el equivalente a la libertad condicional”, concluyó.
