Lunes, 11 de Abril de 2011 06:40 | 
Escrito por Julián Puig Hernández 
Luego de firmar la orden de levantamiento en Nueva York, el luminoso 30 de enero de 1895, José Martí embarcó hacia la isla de Santo Domingo, donde firma, junto a Gómez, el Manifiesto de Montecristi y recibe la noticia del alzamiento el 24 de febrero. Nuestro Héroe Nacional decide, entonces, partir hacia Cuba en contra del criterio de Máximo Gómez, que opinaba que era más importante en el extranjero dirigiendo la propaganda y el aprovisionamiento de la insurrección. Durante la noche del 11 de abril de 1895 un barco frutero los dejó en un bote frente a los acantilados de la costa meridional de Baracoa, en el oriente cubano.
Eran más de las 10 de la noche de esa fecha cuando desembarcan por Playitas de Cajobabo, en el actual municipio de Imías: José Martí, el jefe político, el organizador e inspirador de la nueva clarinada, y Máximo Gómez, el jefe militar supremo, el revolucionario sagaz e inclaudicable, símbolo del internacionalismo y de la modestia, junto a Francisco Borrero, Ángel Guerra, César Salas y Marcos del Rosario.
En el diario de nuestro apóstol dice "... Arribamos a una playa de piedras (La playita, al pie de Cajobabo). Me quedo en el bote el último, vaciándolo. Salto. Dicha grande..."
Los expedicionarios habían salido de Montecristi rumbo a Cuba el primero de abril a bordo de la goleta Brothers. Una jornada después llegaron a la isla de Gran Inagua, donde descubren al día siguiente que los marineros han desertado, y les impide continuar viaje de inmediato.
Es el 5 de abril, después de la búsqueda inútil de una nueva tripulación, abordan al carguero alemán Nordstrand, que iba con destino a Cabo Haitiano, al Norte de Haití, y luego a Puerto Antonio, en la costa Norte de Jamaica. El capitán del navío que es simpatizante de la causa de los cubanos aceptó a los expedicionarios como pasajeros encubiertos.
La llegada de Martí y Gómez fue acogida con gran júbilo por el pueblo, especialmente por quienes desde la manigua luchaban por la independencia.
La incorporación de ambos a la guerra, precedida por la de los generales Flor Crombet y Antonio y José Maceo, quienes desembarcaron por Duaba, Baracoa, el primero de abril de mil 895, atrajo a la contienda a numerosos luchadores y puso en jaque a las fuerzas peninsulares.
Es en Playita de Cajobabo, donde se inicia la marcha de Martí, conocida como Ruta de la Gloria, y que lo llevó a recorrer unos 400 kilómetros de caminos llenos de peligros y múltiples obstáculos, hasta Dos Ríos, donde cayó combatiendo el 19 de mayo de mil 895.
Su compañero de armas, Marcos del Rosario, recorrió el lugar el 23 de abril de mil 922, e identificó el punto específico del desembarco y propone levantar un monumento que no fue realidad hasta mil 947.
Todavía hoy las olas del mar marcan el mismo pausado vaivén que acogió a sus héroes hace 116 años.
