Hoy mi pulso tiembla ante el teclado de la Computadora y mi verso se vuelve menos coherente porque ha fallecido Alberto Velázquez Infante o mejor, para amigos y familiares Beto.
Producto a una enfermedad no muy prolongada pero si fulminante ha dejado de existir en esta ciudad de Puerto Padre el amigo fiel, el padre ejemplar, el hijo pródigo, el esposo cariñoso a quien desde muchos años lo vimos en un aula de primaria allá en San Antonio o en la Calixto García, en el Sindicato Municipal de la Educación la Ciencia y el Deporte o en la Dirección Municipal de Educación, siempre con resultados relevantes en su labor.
Su carácter afable y bonachón lo caracterizaba entre todos los amigos y compañeros de trabajo, su entrega y su disciplina siempre lo hicieron ejemplar entre todos. Beto hasta el momento de su jubilación fue un trabajador excepcional.
Hoy cerca de las 4 de la tarde lo dejaremos en su última morada, en el Cementerio Municipal sabiendo que hemos perdido a un verdadero amigo y a un gran compañero el que descansará en paz como se lo merece aún después de muerto.
