Por: Julián Puig Hernández el .
En
este 2014, la Orquesta Embajadores del Ritmo, cumple 85 años de fundada
y para llegar a estos tiempos fue necesaria una inmensa y laudable
transformación como todo buen empeño que perdura.
Cuenta la historia que el 22 de noviembre de 1929, un grupo de jóvenes entusiastas, pero con ningún recurso económico, decidió crear una agrupación musical y para tal encomienda conquistaron la sensibilidad de un importante ganadero puertopadrense, Pablo León...
Cuenta la historia que el 22 de noviembre de 1929, un grupo de jóvenes entusiastas, pero con ningún recurso económico, decidió crear una agrupación musical y para tal encomienda conquistaron la sensibilidad de un importante ganadero puertopadrense, Pablo León...
quien a la postre resultó su mecenas e
incluso el transportador pues dispuso de su auto privado en esa
quijotesca empresa. Fue el Día de Santa Sicilia cuando hicieron su
primera presentación contando con la voz de Emilio Ferrer de la Rosa y
los músicos Manuel Escalona, Guillermo Sánchez y Ramón Rojas. Ese fue el
embrión de lo que sería la orquesta más longeva de la actual provincia
de Las Tunas.
Los muchachos de Pablo León se hicieron muy populares en poco tiempo y al año ya era un septeto, en una época en que comenzaban a aparecer los primeros órganos neumáticos y de gran aceptación, principalmente, en zonas rurales de Puerto Padre.
La transformación de su nombre fue posible gracias al buen humor y el imperecedero empeño de aquellos músicos, pues a mediados de la década del 30 del pasado siglo, fueron a un bailable en el poblado de Maniabón sirviéndose de una chispa de ferrocarril, que es como tradicionalmente se le ha nombrado a esos vehículos de una sola pieza y muy rápidos que aún transitan por nuestras vías férreas, pero al terminar la festividad debieron trasladarse caminando desde ese poblado hasta Puerto Padre con todos los instrumentos sobre los hombros. Uno de ellos dijo…”es verdad que somos unos perversos” y desde entonces se llamaron así: Los Perversos.
Sin embargo, las modas se imponen, y en la década del 40, asume la dirección de Los Perversos Luís Ignacio Díaz, hijo del entonces director de la Banda municipal de Conciertos, Cipriano Ignacio Torres, y a tono con los formatos musicales de Jazz Band, de moda por esa época de la Segunda Guerra Mundial, rediseña la agrupación incorporándole nuevos instrumentos y dotándola de modernidad con el nuevo nombre de Oriental Junior.
No faltaron a los carnavales de toda la región oriental de Cuba y un poco más allá, su sonoridad tenía ya matices distintivos y repertorio propio, sin obviar los números más gustados de su época. Sin embargo, aún cuando se mencionaba a Oriental Junior debía añadírsele Los Perversos, porque su trascendencia en el mundo musical fue justamente con ese nombre. Ellos estuvieron, incluso, en los carnavales de Santiago de Cuba en el año 1953 cuando fueron atacados los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, pero se enteraron de los hechos al regreso, cuando el vehículo en que viajaban era registrado insistentemente por los soldados del ejército de Fulgencio Batista.
Sin embargo nada cambió su transito por el mundo de la música y siguieron haciéndolo indeclinablemente después del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959; sin embargo en la década del 60, el director, Luís Ignacio Díaz, decide asumir la batuta de la Banda municipal de Conciertos, pues su padre había fallecido y la recibe Emiliano Salvador Mora quien la engrandece hasta disponer de 17 músicos.
Es durante la inauguración de Tele Rebelde, en Santiago de Cuba, donde la orquesta tenía una presentación, cuando por razones puramente subjetivas hacen cambiarle el nombre por el de Embajadores del Ritmo, hasta nuestros tiempos. Iguales transformaciones debieron hacer otras agrupaciones de la época debido a concepciones indiscutiblemente lamentables por su inapropiado enfoque, pero no por ello dejó de hacerse buena música.
Luego vendrían nuevos directores de gran valía, como Ernesto Díaz Gómez, Gerardo Corredera García y el actual, Julio Echavarría quien sostiene la batuta desde hace 15 años.
Así, grosso modo, puede hablarse de una orquesta que cumplirá 85 años y debemos obviar muchas anécdotas que denotan la integralidad profesional de sus músicos, pero eso no quiere decir que no se les aprecie, todo lo contrario. Ellos han sido y son la vanguardia de los músicos puertopadrenses pues constituyen la cuna de importantes figuras como Emiliano Salvador (hijo), Juan Pablo Torres, Luís Rivera, Iluminado Herrera y Máximo Pérez entre otros.
Durante todo el 2014 habrá festejos donde se les reconocerá su larga trayectoria, delante de un público que los tiene como paradigmas de la tradición musical de la Villa Azul de los molinos.
Los muchachos de Pablo León se hicieron muy populares en poco tiempo y al año ya era un septeto, en una época en que comenzaban a aparecer los primeros órganos neumáticos y de gran aceptación, principalmente, en zonas rurales de Puerto Padre.
La transformación de su nombre fue posible gracias al buen humor y el imperecedero empeño de aquellos músicos, pues a mediados de la década del 30 del pasado siglo, fueron a un bailable en el poblado de Maniabón sirviéndose de una chispa de ferrocarril, que es como tradicionalmente se le ha nombrado a esos vehículos de una sola pieza y muy rápidos que aún transitan por nuestras vías férreas, pero al terminar la festividad debieron trasladarse caminando desde ese poblado hasta Puerto Padre con todos los instrumentos sobre los hombros. Uno de ellos dijo…”es verdad que somos unos perversos” y desde entonces se llamaron así: Los Perversos.
Sin embargo, las modas se imponen, y en la década del 40, asume la dirección de Los Perversos Luís Ignacio Díaz, hijo del entonces director de la Banda municipal de Conciertos, Cipriano Ignacio Torres, y a tono con los formatos musicales de Jazz Band, de moda por esa época de la Segunda Guerra Mundial, rediseña la agrupación incorporándole nuevos instrumentos y dotándola de modernidad con el nuevo nombre de Oriental Junior.
No faltaron a los carnavales de toda la región oriental de Cuba y un poco más allá, su sonoridad tenía ya matices distintivos y repertorio propio, sin obviar los números más gustados de su época. Sin embargo, aún cuando se mencionaba a Oriental Junior debía añadírsele Los Perversos, porque su trascendencia en el mundo musical fue justamente con ese nombre. Ellos estuvieron, incluso, en los carnavales de Santiago de Cuba en el año 1953 cuando fueron atacados los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, pero se enteraron de los hechos al regreso, cuando el vehículo en que viajaban era registrado insistentemente por los soldados del ejército de Fulgencio Batista.
Sin embargo nada cambió su transito por el mundo de la música y siguieron haciéndolo indeclinablemente después del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959; sin embargo en la década del 60, el director, Luís Ignacio Díaz, decide asumir la batuta de la Banda municipal de Conciertos, pues su padre había fallecido y la recibe Emiliano Salvador Mora quien la engrandece hasta disponer de 17 músicos.
Es durante la inauguración de Tele Rebelde, en Santiago de Cuba, donde la orquesta tenía una presentación, cuando por razones puramente subjetivas hacen cambiarle el nombre por el de Embajadores del Ritmo, hasta nuestros tiempos. Iguales transformaciones debieron hacer otras agrupaciones de la época debido a concepciones indiscutiblemente lamentables por su inapropiado enfoque, pero no por ello dejó de hacerse buena música.
Luego vendrían nuevos directores de gran valía, como Ernesto Díaz Gómez, Gerardo Corredera García y el actual, Julio Echavarría quien sostiene la batuta desde hace 15 años.
Así, grosso modo, puede hablarse de una orquesta que cumplirá 85 años y debemos obviar muchas anécdotas que denotan la integralidad profesional de sus músicos, pero eso no quiere decir que no se les aprecie, todo lo contrario. Ellos han sido y son la vanguardia de los músicos puertopadrenses pues constituyen la cuna de importantes figuras como Emiliano Salvador (hijo), Juan Pablo Torres, Luís Rivera, Iluminado Herrera y Máximo Pérez entre otros.
Durante todo el 2014 habrá festejos donde se les reconocerá su larga trayectoria, delante de un público que los tiene como paradigmas de la tradición musical de la Villa Azul de los molinos.